
Cuando a veces gritas tu ilusion, notas la importancia de los oidos en los que recae... la lastima del asunto es cuando estos oidos carecen de manos, pies y boca para hacerte sentir un poco mejor que solo sentirte escuchado
A veces uno se lamenta de hablar, de tener ideas, de estar condenado a sentir por dentro, pero no por fuera. Es como llorar debajo del agua, nadie lo ve, aunque a ciencia cierta, lo sepa